domingo, 29 de enero de 2012

Los descendientes

Centrándome en los dos únicos largometrajes dirigidos por Alexander Payne que conozco (su anterior Entre copas sería el primero) no puedo más que aplaudir su manera de entender el oficio cinematográfico y afirmar que es perfectamente capaz de seguir filmando grandes películas en el futuro, siempre que mantenga los principios de honestidad de los que he hecho gala en estos dos trabajos. Y digo esto a pesar de que, sobre todo en este último film, recurre a menudo a dos de las herramientas narrativas que más detesto del cine, a saber, la narración con voz en off para facilitar o parafrasear lo que podía haberse contado con imágenes y la música extra-diegética como subrayado de ciertos momentos dramáticos. Y es que incluso en estos casos pienso que Payne aplica esos principios a los que me refiero, y son consecuencia de que el director intenta desaparecer como estrella de la función, resolviendo estos momentos con oficio, como si no quisiera aportar ningún tipo de virtuosismo a la historia de partida, si bien al final sí que hay mucho de su habilidad en el resultado final, al tiempo que estos relatos de terceros que escoge para sus películas terminan perteneciendo al universo personal del director. Lo que mejor se le da a Payne es ofrecer una visión renovadora tanto del norteamericano de clase media como de los escenarios por los que se mueve, y a los ojos del director los viñedos de California o las playas de Hawái están en un lugar intermedio entre la postal turística y la trastienda del documental.

Todo ello entra dentro de una manera de entender el trabajo de Payne en el que prima la constancia y la contención. En palabras del director, de la novela de Kaui Hart Hemmings en la que se basa su película le conmovieron los momentos en el que el protagonista "se ve obligado a realizar un acto de amor, que es decirle al amante de su esposa que a ella le queda poco tiempo", y "el del final en el que la mujer del amante viene a despedirse de la moribunda" (Entrevista a Alexander Payne por Gabriel Lerman, Dirigido por..., enero 2012), sin embargo, Payne tiene la decencia de no elevar el tono en ninguna de estas dos escenas para él climáticas, y trata con el mismo respeto el resto del relato original. El problema de esta constancia tal vez sea que salgan a flote algunos defectos del guión que deberían haberse atenuado, cuando no eliminado, como son dar un aire de sorpresa al momento en el que Matt King (George Clooney) descubre que el amante de su esposa es uno de los principales implicados en la compra de las tierras que la familia de King tiene intención de vender, cuando esto es algo que espera el espectador desde el momento en el que Brian Speer (Matthew Lillard) se presenta como un pez gordo del negocio inmobiliario, o la escena nocturna de confesión entre King y Sid (Nick Krause), personaje que es poco más que el alivio cómico de la función, por lo tanto nada hay que pueda enseñarle al protagonista acerca de cómo afrontar sus problemas. Pero también se agradece que continuamente el director deje que sea el espectador el que saque sus conclusiones: personalmente, y sin poder asegurar que fuera ésta la intención del realizador, creo que la clave del relato la da el momento en el que la cámara se sitúa en el cogote del Clooney, para encadenar una reunión familiar de negocios al aire libre con una escena íntima en un hospital, y es que, en sentidos muy distintos, tanto los primos y hermanos, que ostentan una fortuna familiar, como las hijas del protagonista, que representan su legado en vida, pueden ser "los descendientes" a los que se refiere el título. Además, Payne jamás es tajante a la hora de juzgar a sus personajes, que son, en definitiva, el pilar de su discurso, y aquí hay que destacar las logradas interpretaciones de su elenco, no sólo en lo que concierne al (excesivamente) aplaudido trabajo de Clooney, también al sonado descubrimiento de la joven Shailene Woodley en el papel de la hija del protagonista, o la fugaz aparición de Judy Greer como brillante contrapunto femenino de éste.

The Descendants - Alexander Payne - 2011 [ficha técnica]

1 comentario:

  1. Esta película me ha supuesto una decepción tremenda. Es de alabar en Payne su habilidad para sostener el tono tragicómico de la propuesta, pero me parecen un filme demasiado conformista. Clooney, que me parece un gran actor, tiene demasiado carisma para interpretar a este personaje. Es que te cae bien hasta cuando raja de su mujer en coma, jeje.

    He tenido la sensacion de que la película daba vueltas sobre sí mismas sin que los personajes tuvieran una evolución asombrosa; además, el personaje de Sid está metido con calzador de una forma tremenda. La subtrama familiar sobre los terrenos, equiparando éstos a la situación con las hijas del personaje de Clooney creo que finaliza de forma algo conservadora para ser un filme de Payne. No hay mas que ver 'Election' o 'A propósito de Smith'. No sé, este filme no me ha convencido del todo y no he visto la grandeza cinematográfica con la que venía a cuestas.

    De lo que he visto este año me quedo con 'The yellow sea' que, aunque le sobra metraje, me ha parecido muy ambiciosa y con una primera hora espectacular. Un saludo.

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