sábado, 7 de julio de 2007

Last Days

Cuando en el cine se recrea una hecho histórico o la vida de algún personaje célebre, el mercado impone ciertas reglas que más vale no romper. Ni siquiera el circuito minoritario está a salvo de estas reglas porque, al fin y al cabo, en el cine de autor también hay un mercado. Un film tan personal y a contracorriente como María Antonieta no puede prescindir de un riguroso diseño de producción o de la recreación de pasajes reconocibles, de la misma manera que no se podría hacer una adaptación de Hamlet que excluya el celebérrimo "ser o no ser", por muy alternativo que presuma ser el público al que se dirije. Esto nos hace pensar que la escasez de medios con la que últimamente cuenta Gus Van Sant es más una obligación que una decisión deliberada, ya que ningún productor con dos dedos de frente invertiría una fortuna en reconstrucciones como Elephant (de la tragedia del instituto Columbine) o como Last Days (de los últimos días en la vida de Kurt Cobain), películas donde la mirada de su artifice está por encima de cualquier imposición. El libertinaje de Van Sant se vuelve en su contra en el momento en el que su propio público y hasta la prensa especializada no entiende sus películas. Se espera que la tragedia de Columbine se aborde como Paul Greengrass hizo con la matanza de Bloody sunday o que, al menos, se utilice para realizar algún tipo de crítica como la que hizo Michael Moore en Bowling for Columbine valiéndose de los mismos hechos. Muchos críticos entendieron que, al haber rodado Elephant sin la minuciosidad que hubiera ofrecido Greengrass, Gus Van Sant pretendió aleccionarnos sobre la violencia como hizo Moore, cuando lo cierto es que en el film son mucho más llamativas sus facetas metalingüísticas que las temáticas, siendo ante todo un estudio sobre los límites de representación del cine, un intento de dar un paso adelante en el estilo narrativo de su director. De la misma forma, en Last Days no importa tanto el auténtico Kurt Cobain como el hecho de que Gus Van Sant lo haya convertido en uno de sus personajes para llevarlo a su terreno y alejar la responsabilidad de tener que ceñirse a hechos reales. Muchos no sabrán ver esto, ya que la muerte de Kurt Cobain está todavía demasiado reciente como para que sus seguidores se rasguen las vestiduras ante según qué licencias.

En
Last Days abundan las referencias musicales, como la presentación del personaje como "cliché del rock & roll", las secuencias de devoción de alguno de los protagonistas hacia una guitarra acústica o hacia el sonido de un disco de vinilo, o el encierro del protagonista (Michael Pitt) en un estudio para componer poco más que sonidos caóticos (en lo que vendría a ser la equivalencia musical del síndrome de la página en blanco). Sin embargo, la película no versa tanto sobre la música o el proceso creativo como sobre la encarnación de un mito, una historia en la que no faltan ni el epílogo con baño purificador, ni el grupo de apóstoles que abrigan al mesías y le piden consejo, ni el desenlace con muerte y resurrección del profeta. En esta beatificación está el verdadero hilo conductor de Last Days, lo que nos hace pensar que los puristas de Kurt Cobain tal vez tengan que agradecer a Gus Van Sant más de lo que creen, por mucho que el protagonista de su película se llame Blake, que no haya referencia alguna a la banda Nirvana o que en todo el metraje no suene un sólo tema cantado por el malogrado vocalista de aquel grupo.

'Last Days' - Gus Van Sant - 2005 [ficha técnica]

1 comentario:

  1. el tio gus es el timo mas grande del siglo XXI, despues de ver su trilogia (elephant, gerry y last days) me dan ganas de no ver cine nunca mas, si esto es reinventar la narracion cinematografica, si esta bazofia es un camino hacia algo, yo no quiero verlo.
    mi pregunta es :¿si no se llamara gus van sant le gustaria a alguien?¿porque todo el mundo le come la polla aunque filme 2 horas a un tipo caminando en el desierto (gerry)?, me da la impresion que todo lo que haga este elemento (como otros muchos) va a ser venerado aunque no tengamos no pajolera idea de lo que nos quiera contar ni de como (yo creo que no lo sabe ni el).

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