viernes, 17 de agosto de 2012

Carmina o revienta

En su recién estrenada faceta como autor cinematográfico, el mediático actor español Paco León utiliza la siguiente cita de Tom Clancy como conclusión de su ejercicio narrativo: "¿La diferencia entre realidad y ficción? La ficción tiene mayor sentido". La alusión a Clancy resulta sorprendente, si se tiene en cuenta que sus formas están notablemente alejadas de las del debut de León. Sin embargo, aplicada a la labor de éste, la cita cobra significado, sobre todo, en la medida en la que el director toma prestados elementos de su propia realidad, como son su madre, Carmina Barrios, y su hermana, María León, interpretando a personajes con sus mismos nombres, rasgos y parentesco, para llevarlos luego al terreno de la ficción, y lo hace, como no podía ser de otra manera, mediante el género más adecuado para disertar sobre la distancia (in)existente entre realidad y ficción: el falso documental. Fiel a este género, el narrador demuestra bastante destreza a la hora de dosificar los hechos, en un hábil (por imperceptible) ejercicio de transmutación del tiempo narrativo, donde el espectador, precisamente por creerse testigo de un documental, no espera que ciertos detalles (por ejemplo, el de la la protagonista aplicándose una improvisada venda sobre una herida en la pierna) sean algo más que un simple detalle dramático, y tengan relación con los hechos que veremos más adelante.

Pero la cita de Clancy también pone el acento sobre las aptitudes del personaje interpretado (o no) por la madre del director en la película, y es que la Carmina que da título al largometraje es una mujer de una portentosa habilidad para manipular la realidad a través de la dialéctica, logrando salir airosa de situaciones adversas, ante la perpleja mirada de sus semejantes. Es en la presencia de estos últimos donde encontramos el principal problema de la película, y ello se debe a que casi todo el esfuerzo se deposita en la actriz/personaje Carmina, mientras que la recreación de algunos secundarios queda mermada por el tono amateur de los actores (el mismo que la madre de Paco León trasciende con creces): basta con ver el ridículo y nada creible gesto de perplejidad del hombre que discute con la protagonista tras un accidente de tráfico, y compararlo con la desencajada mirada de María León, al final, cuando descubre asombrada de lo que es capaz su madre, constatación de que Paco León puede ser también un estupendo director de actores cuando son profesionales de demostrada valía (como su hermana) los que están bajo sus órdenes.

Carmina o revienta - Paco León - 2012 [ficha técnica]

1 comentario:

  1. Hola:
    He conocido su blog, por casualidad, y me ha gustado mucho. Gracias por su tiempo y esfuerzo. A partir de hoy, tiene un nuevo lector desde Madrid

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