domingo, 3 de abril de 2011

Inside Job

En la línea de documentales como Zeitgeist, del activista Peter Joseph, o Capitalismo: Una historia de amor, del cineasta/showman Michael Moore, lo que marca la diferencia de Inside Job respecto a otros trabajos similares es que no toma un punto de vista antisistema. Las voces críticas hacia el desplome financiero de 2008 y la posterior crisis en la que nos hayamos no sólo se encuentran entre lo detractores del capitalismo, también entre quienes, sin dejar de apoyar ideas como la del libre mercado, achacan lo desastroso de la situación no al mundo financiero en sí sino a una mala aplicación de sus principios. Es lo que pretende Inside Job, no criticar las reglas del juego sino la actitud tramposa de sus participantes más importantes. En una secuencia definitoria de lo que diferencia las intenciones de Joseph de las de sus predecesores, una mujer hispana nos cuenta su drama al ser estafada cuando compró su casa, un detalle aislado, el de la voz del pueblo que no vuelve a sonar en todo el film, y sesgado, ya que el cineasta no puede probar en qué grado las familias hoy en día en bancarrota fueron estafadas en su momento, por ello, la narración apunta mucho más alto: Con bastante rigor, Peter Joseph, ayudado por la voz en off de Matt Damon, arremete contra la cúspide de la pirámide capitalista, poniendo el punto de mira tanto en los despreocupados líderes de las firmas más poderosas del sistema financiero como en las entidades reguladoras en cuya falta de severidad, según Joseph, está el verdadero origen de la crisis en la que vivimos. El problema de este rigor es que el director cuenta con tal cantidad de datos que le es imposible mostrarla de una manera directa visualmente, teniendo que recurrir continuamente al texto hablado o escrito, y al final Inside Job termina siendo un gigantesco Power Point narrado (y con recurrentes planos aéreos de Nueva York a modo de colirio y poco más) cuyas escasas inquietudes artísticas hacen que sean precisamente las diapositivas más visuales (diagramas, gráficas, etc.) las menos inteligibles, y sólo es atractivo en cuanto trabajo cinematográfico por contadísimos detalles, como son su construcción global, con un tramo final en el que Obama hace una aparición estelar que la película no tardará en desmitificar, y su retrato de los (pocos) implicados en el derrumbe financiero que accedieron a ser entrevistados para el proyecto, cuyos titubeos ante la cámara delatan la falta de madurez de los individuos en cuyas manos está la salud de nuestra sociedad del bienestar.

Inside Job - Charles Ferguson - 2010 [ficha técnica]

No hay comentarios:

Publicar un comentario