miércoles, 5 de enero de 2011

Balada triste de trompeta

Aparte los guiones de casi todos los largometrajes realizados por Daniel Monzón hasta la fecha (a excepción de su debut El corazón del guerrero), el del film de Almodóvar Carne trémula y algún que otro prescindible telefilm, sitcom y miniserie, la carrera como guionista de Jorge Guerricaechevarría comprendía hasta ahora toda la filmografía de Álex de la Iglesia, incluyendo no sólo la totalidad de sus largometrajes para el cine, también su cortometraje de presentación Mirindas asesinas, todos los episodios de la serie Plutón B.R.B. Nero y el resto de sus trabajos para la pequeña pantalla. Por tanto, Balada triste de trompeta es la primera filmación de Álex de la Iglesia partiendo de un guion propio y escrito en solitario, y la falta de la colaboración de Jorge Guerricaechevarría es algo que, para empezar, se nota en la pobreza del material de partida, al cual hay que reconocerle un par de ideas originales (la del circo como metáfora de los últimos años de historia de un país marcado por la locura, y la de la figuración de dos payasos, Triste y Tonto, como representación de dos bandos eternamente enfrentados por un interés común, ya sea una nación o una mujer, a los que sólo terminará uniendo la muerte) pero termina inflándose innecesariamente mediante una sucesión de hilarantes situaciones y personajes de trazo grueso. Lo peor es que esta carencia se traspasa también al Álex de la Iglesia director quien, a pesar de (o precisamente por) contar con unos recursos envidiables (la cuidada labor del departamento de maquillaje o la sobresaliente partitura de Roque Baños), ofrece como resultado final un festival de excesos visuales que parecen intentar tapar las carencias literarias de fondo. Y así es como el director termina dinamitando, en el peor sentido, la sutileza de las ideas de partida, y como muestra valga la nerviosísima escena climática sobre la cruz del Valle de los Caídos, consistente en una inacabable pelea entre los protagonistas rodada a base de golpes de efecto, planos cortos y grúas tan espectaculares como inútiles. Al menos, eso sí, De la Iglesia se permite un guiño a sí mismo en su labor de fotógrafo de lo más representativo del cielo madrileño: sumemos la cruz del Valle de los Caídos al Edificio Carrión, las Torres Kio o las cuadrigas de Higinio de Basterra en la calle de Alcalá.

'Balada triste de trompeta' - Álex de la Iglesia - 2010 [ficha técnica]

2 comentarios:

  1. Manué. ¿Qué te parecen los tres actores principales? A mi Carlos Areces me ha parecido memorable: es el payaso triste en cada plano, en cada momento. Entre la mirada y su físico, tan adecuado para el papel, lo borda. Cuando la pelio entra en el desparrame, ya no me pidas valoraciones

    Antonio de la Torre está muy bien, pero me parece un personaje ni con la mitad de profundidad que Payaso Tonto. Se me hizo un poco tópico "macho violento que quiere a su novia"

    Carolina Bang, pues eso. Me esperaba tal debacle, que no me pareció tanto, pero en general mala. Se dobla mal (que voz más fea que tiene) y por desgracia no nos muestra las mamas ¿O es que Kira Miró tiene todo el mercado destetil del cine español?

    La trama me gustó mucho, hasta que Triste cae en las garras del Franquista (¿no podía estar esa casualidad mejor argumentada?). A partir de ahí, no la compro. No me creo su ataque de locura, ni por supuesto todo lo demás.

    De la parte inicial, me encantó la presentación de personajes en el Circo y las escapadas al Parque de Atracciones, donde Alez pone mucho cariño en los personajes. La escena inicial supongo que sela pone Tarantino para despertarse. Me pareció muy buena, aunque un poco gratuíta...

    De la parte final, como Escenario, me pareció espectacular la cueva con la proyección de Rafael. Un lugar que podría haber explotado algo más.

    Estoy de acuerdo contigo en lo que respecta a la música de Roque Baños. Espectacular.

    ResponderEliminar
  2. Más o menos opino como tú de los actores, sobre todo respecto a Carlos Areces, está enorme. El personaje de Antonio de la Torre se parece a muchos otros que ya hemos visto en el cine español, con más o menos mala leche (Karra Elejalde en Tierra, Demián Bichir en Sin noticias de Dios). Dentro de esa falta de originalidad, el actor lo hace lo mejor posible.

    A los que vi más limitados fueron a los secundarios. Lo peor en este sentido es la lamentable aparición de Terele Pávez, cuando el veterinario cose la cara del Payaso Tonto. Además esto tiene lugar más o menos cuando la película se echa a perder de manera irreversible.

    Saludos.

    ResponderEliminar