lunes, 2 de febrero de 2009

Las crisis del cine español

Nunca me han parecido mal las subvenciones al cine español. El cine es parte del arte de un país y, por tanto, una pieza más de un patrimonio cultural que hay que preservar, por más que no genere beneficios económicos, como es el caso: el cine español no ha destacado nunca por su rentabilidad. Este tema parecía el punto de partida del discurso que Ángeles González-Sinde emitió durante la gala de los premios Goya 2008. La directora de la Academia de Cine trataba de desmentir que el cine español haya estado alguna vez en crisis, poniendo como ejemplo cuatro excelentes películas realizadas en décadas diferentes a partir de otros tantos guiones del recientemente fallecido Rafael Azcona: Plácido, La escopeta nacional, La vaquilla y Belle epoque (si no recuerdo mal).

El discurso de González-Sinde es tramposo porque mezcla cosas diferentes. Es cierto que en el cine español nunca han faltado las grandes películas, pero no es a eso a lo que se refieren quienes hablan de crisis, sino a que esas mismas obras, como casi la totalidad de las producciones cinematográficas españolas, generan números rojos, pese a quien pese. En eso debió centrarse su discurso. Estaba en su derecho de exigir al ministro correspondiente que siguiera teniendo en cuenta en sus presupuestos al cine español para que puedan seguir realizándose obras maestras. Pero resultó un contrasentido que durante toda la gala, especialmente durante el discurso de la directora, el grito de guerra fuera el (recurrente) "no a la piratería": para González-Sinde, cuando Berlanga rodaba obras maestras no había crisis, y si ahora la hay es por culpa de las "descargas ilegales". Así de fácil. González-Sinde ignora que, a pesar de Internet, el cine español puede también generar beneficios (cf. El orfanato, Los otros, La gran aventura de Mortadelo y Filemón o Torrente, misión en Marbella), y no advierte que hay que distinguir entre el arte cinematográfico y el negocio del entretenimiento. Se puede ser artista y pedir subvenciones, o ser un ejecutivo que quiera que su producto genere ingresos millonarios, pero no se puede ir por la vida pretendiendo ser las dos cosas a la vez: primero que me pague el ministerio, después lloraré porque la gente ve gratis mi película y no paga para verla en el cine (cuando lo cierto es que las películas más descargadas en Internet son también las más taquilleras, mientras que las películas de menos éxito son muy difíciles, cuando no imposibles, de encontrar en la red).

Otro tema aparte es que una película de autor termine gustando a miles de espectadores sin buscarlo o que un film comercial tenga, a su vez, grandes virtudes artísticas. Y con esto llegamos al peliagudo tema de la nominada a mejor película europea El caballero oscuro, acerca de la cual la actriz Carmen Machi, presentadora de la gala, soltó un par de indirectas de muy mal gusto. En primer lugar, daba a entender cuánto le irritaba que el resto de películas europeas candidatas al premio hablaran de problemas sociales como el aborto o la inmigración, mientras que el film de Christopher Nolan tratara sobre un hombre murciélago y un payaso asesino, como si no fuera posible una lectura más inteligente del film (algo que no comparten las decenas de críticos que han seleccionado al film entre lo mejor de 2008). Por otro lado, Machi reconocía entre líneas que un Goya podría relanzar a un film en taquilla, cosa que al Batman de Nolan, generadora de unos beneficios millonarios, no le hace ninguna falta, entonces ¿hay películas que sí funcionan en taquilla? ¿No habíamos quedado en que, con la piratería, esto ya no era posible?

8 comentarios:

  1. la de las descargas es una escusa para justificar la mala calidad del cine que hacen, un espectador medio va al cine 2 o 3 veces al mes, y va sin saber lo que quiere ver, alli decide a la peli que se mete a ver, si ese mismo espectador se baja 10 pelis y las ve en su casa ellos dan por sentado que estan perdiendo el dinero de esas 10 peli, pero yo creo que este tipo solo va a ir 3 veces al mes al cine, se baje 50 pelis o ninguna.

    otro caso es el de los cinefilos, que vamos al cine a ver algo concreto y lo que nos bajamos para consumir en casa, si es comercial nunca pagariamos por verlo y luego esta el caso de que ni siquiera se haya estrenado en españa, por lo que es la unica manera de verla.

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  2. Aquí hay varias cosas. Yo creo que las descargas sí que pueden hacer que se pierdan un mínimo de espectadores (puede que sea una cantidad despreciable o puede que no). Lo que no me creo es que haya miles de internautas bajándose Una palabra tuya o Tiro en la cabeza.

    Y una cosa es cierta: las distribuidoras deciden qué películas debe estrenarse y cuáles no. Luego, cuando nosotros nos descargamos gratis aquellas que se han quedado fuera, resulta que somos unos ladrones o no sé qué más.

    Saludos.

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  3. También podría ser tramposo decir que el cine
    "es parte del arte de un país" (arbitrario) "y, por tanto, una pieza más de un patrimonio cultural" (la cultura no es propiedad de nadie y menos de un estado) "que hay que preservar" (ideológico). Por último, estaría en cuestión si hay que preservarlo con dinero donado de forma involuntaria y asignado de forma cuando menos poco transparente.

    Toda la discusión parte del hecho de asignar categorías a cosas que quizá no debieran tenerla, como Cine Español, Arte, Cultura, etc.
    Todo este tipo de argumentación viene a alimentar la idea de que la cultura o el arte, existen al margen de los artistas y las propias obras. Y por tanto, se debe de ayudar a su fomento. Desde mi punto de vista no hay tal. Hay arte si hay artistas y obras, pero no se hace que haya arte, al igual que no se hace que haya empresas por decreto estatal. También redunda sobre la vieja idea romántica de que el arte no se debe asociar a la rentabilidad. Salvo contadísimos casos, todos los pintores o músicos legendarios de la historia del arte vendían sus obras, es más, las ejecutaban por encargo. Pensemos en Miguel Ángel, y comparémoslo con cualquier película jamás filmada por subvención alguna. ¿No hubo nunca arte hasta el keynesianismo? Miremos a Atapuerca. Por último, identificar preservación del arte con conceder subvenciones... una cosa no funciona porque tenga buena intención. Un saludo.

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  4. Igual no me he explicado bien. No quería decir que la cultura fuera propieda de un estado, sino que el arte es uno de tantos elementos que, en conjunto, definen la cultura de un país y por ello hay que preservarlo. Imagina que, con el paso del tiempo, la gente dejara de leer El Quijote ¿no crees que, de alguna manera, habría que protegerlo de la desaparición total?

    Yo no sólo pienso en los contadísimos casos de artistas que no vendieron sus obras, sino también en aquellos que, aún vendiéndolas, murieron en la miseria, para ser descubiertos como maestros años después, enriqueciendo a terceros. A mí no me parece nada justo.

    Volviendo al cine, ¿te parece bien una cartelera sin Erice ni Kiarostami porque sus películas no venden?

    Un saludo, y gracias por tu comentario.

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  5. Creo que todo se envenena cuando hace aparición la política. No soy un cinéfilo, pero sí he sido, y puede que siga siendo, aficionado a la música de minorías. No es que si una película no tiene unos resultados espectaculares deba desaparecer del mercado, sino más bien al contrario. Si el mercado es libre y transparente, esas películas tendrán su mercado, sus espectadores, etc. Economía de escala. Siempre he ido a conciertos donde había mil quinientos locos que pagaban cinco euros por una cerveza y una noche de música y que -seguramente- pensaban que esa música estaba muy por encima del total del espectro de de productos "del mercado". Ningún político decidía que esos artistas necesitaban un dinerito para hacer más arte su arte. Si Kiarostami (reconozco que no es mi preferido) no puede juntar una sala de cine que quiera ir a ver su película..., ¿deben otorgarse fondos para ello? La comparación con Cervantes puede ser odiosa, teniendo en cuenta que más de un librillo sí que ha vendido. Resulta curioso pensar que ningún empresario modesto (de esos con gafas de pasta) haya pensado en montar una sala pequeñita para esto. ¿Sería rentable? Gasto 5 y me llevo 10, 50% de beneficio, es cuestión de mirarlo. Para mí el modelo americano con el cine, y huyamos de los tópicos, funciona bastante bien. Cada año salen un mínimo de tres o cuatro películas geniales y alternativas, sin que nadie ponga ni un duro. Creo que hay creatividad a raudales, y que se han hecho obras de arte para empapelar Irán de carteleras. ¿Son los americanos más cultos que nosotros? El topicazo dice que no, sin embargo tienen una masa crítica que va a ver esas películas (o de lo contrario no se harían).

    Por otro lado, afortunadamente, Internet puede convertirse en el vehículo perfecto para que ese tipo de arte extraminoritario se conserve, pero sólo porque la gente lo aprecie, nunca por un motivo político y/o ideológico. Eso si no nos cortan el rollo los políticos, que va a ser que sí.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. En el tema de que los políticos nos quieren cortar el rollo de Internet (y poner a la Sinde como ministra es una prueba más) estamos bastante de acuerdo, aunque esto casi ha degenerado en un debate Kiarostami vs. Spielberg (y perdón por el topicazo).

    En cualquier caso, muchísimas gracias por tus comentarios, bastante necesarios ahora que tengo abandonado el blog (volveré, lo prometo).

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  8. Anónimo1/7/12 17:21

    Dicho a lo bruto, pero yendo al grano: el cine español "actual" cumplió su función "social" en los años 80 y 90 cuando la pornografía, el morbo, el erotismo... no eran de tan fácil acceso como ahora (internet, etc.).Como diría Torrente, fué útil pa unas pajillas adolescentes. Ahora le toca reinventarse. Quizá hacer buenos guiones, mejorar el gusto, buscar intérpretes menos forzados. El cine clásico norteamericano podría ser una buena referencia para empezar.

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