
Asimismo, las tres películas de Koreeda que conozco arrojan bastante luz sobre el carácter autoral de su artífice, alguien que demuestra una gran destreza para hablarnos de las etapas de la vida en general, y de la complejidad de la infancia en particular. Es Still Walking otro relato en el que los niños llevan un silencioso peso, y no me refiero sólo a los que están presentes (nietos e hijos de los protagonistas) sino a aquellos adultos cuyas infancias toman un importante papel mediante flashbacks que Koreeda no hace explícitos, pero insinúa con gran destreza: véase el momento en que Yukari (Yui Natsukawa) lee un texto que su esposo Ryota (Hiroshi Abe) escribió de pequeño, momento en que la cámara de Koreeda se centra en el atento rostro del pequeño Atsushi (Shohei Tanaka) hasta que su padrastro irrumpe en la escena haciéndose con el manuscrito de un manotazo, lográndose así una eficaz metáfora sobre el desencanto de la infancia tras el asalto de la madurez. Tampoco es nada desdeñable la evolución interior del personaje de Ryota, continuamente enfrentado a sus padres, a quienes la vida les dio un giro irreversible tras la muerte de su hijo mayor, y de quienes tiene que soportar los más molestos comentarios (como cuando opinan que asumir la paternidad de Atsushi no es tener un hijo de verdad), algo que, como demuestra el film de manera bastante brillante, es un papel que todos los padres terminan desempeñando algún día.
'Aruitemo aruitemo' - Hirokazu Koreeda - 2008 [ficha técnica]
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