
Por algún motivo, Verhoeven no tuvo el peso suficiente para apropiarse plenamente de un proyecto que sólo se admiraba a ratos, mientras que Lee parece ser el único autor de su película. En ella vemos cómo demuestra una experiencia a la hora de lidiar con grandes presupuestos que lo sitúa por encima de la mayoría de sus compatriotas. También vemos que muchos directores americanos se hubieran movido en una obra de tal magnitud poniendo el relato al servicio de su presupuesto y no al revés. Lee no es un escaparatista gratuito, por lo que ninguna de las cuidadas panorámicas en Hong Kong o Shangai que vemos en su película tienen un sentido virtuoso, y siempre son necesarias para poner en escena a sus personajes. No en vano los mejores momentos de Deseo, peligro los encontramos cuando se filma a los personajes principales en pequeñas estancias y sin necesidad de grandes escenarios ni atrezzos (de hecho, uno de los planos más significativos y emotivos del film consta sólo de una cama a oscuras y con apenas una sábana), sin duda, una manera acertadísima de acercarse a una historia de muy difícil exposición, ya que la joven Wong Chia Chi (Wei Tang) siente una atracción puramente carnal por un hombre (Tony Leung) que podía describirse como alguien muy despreciable, al que termina entregando todo después de que éste le regale un enorme diamante (las escenas previas de cama están encaminadas a subrayar hasta la saturación que la relación de los protagonistas es puramente sexual). El materialismo de la relación es tal que Ang Lee podría ganarse la enemistad de numerosos sectores del pueblo asiático, no sólo la de un público poco dado a aceptar historias cuya protagonista disfruta de la sexualidad sin tapujos, sino también de la de esos nuevos autores chinos dedicados a denunciar los males de un capitalismo cuya superficialidad está destruyendo una espiritualidad milenaria (compárese si no el discurso del film con el de Jia Zhang Ke en Naturaleza muerta). Por ello no debemos detenernos en admirar su elevado coste de producción o en alabar su impecable factura técnica, ya que, como ya hiciera en Brokeback Mountain, Ang Lee nos ofrece con Deseo, peligro un film bastante más original y a contracorriente de lo que pueda parecer.
'Se, jie' - Ang Lee - 2007 [ficha técnica]
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