
En lo cinematográfico, no hay mucho interesante que decir. 300 adapta lo que antes se llamaba tebeo, después comic y ahora novela gráfica, un medio con el que no estoy muy familiarizado, por lo que sólo puedo imaginármelo a través de películas como 300, y debe ser algo así como una sucesión de viñetas de enorme calidad plástica que representan imágenes que no significan absolutamente nada, razón por la cual el dibujante añade un largo texto a pie de imagen. Porque así está rodada 300, vendida como el no va más audiovisual para no hacer un uso digno del lenguaje cinematográfico en casi ningún momento, teniendo que recurrir una y otra vez a lo que los personajes dicen o lo que una voz nos aclara para que nos enteremos de qué va el asunto. La primera escena de batalla (donde los protagonistas esperan a sus rivales en un paso muy estrecho, y utilizan una táctica con la que van, poco a poco, aniquilándolos a todos) es uno de pocos ejemplos realmente cinematográficos del producto, el resto está realizado sin la menor inquietud visual. Puede que la escena más paradigmática sea aquella en la que Leónidas (Gerard Butler) explica sus planes militares dibujando figuras en la arena: entendemos perfectamente lo que el personaje nos dice, pero lo que escribe en la arena son jeroglíficos incomprensibles y, sobre todo, prescindibles. Así lo son todo el rato las imágenes, a no ser que su cometido sea levantar los bajos instintos del espectador, el problema es que quedan huérfanas cuando una voz en off no nos dice nada de ellas, véase la escasa significación de la joven bailando semidesnuda para el oráculo, o la saturación de escenas de violencia y el obsesivo uso del slow motion. Por no hablar del exceso de pudor y la falta de atrevimiento (y en esto intuyo que el original de Frank Miller debe de ser mucho más directo) allí donde más falta hace, como cuando Ephialtes (Andrew Tiernan) es atraído por Xerxes (Rodrigo Santero) para formar parte de su ejército, tentado por mujeres de caracterización bizarra participando en una orgía, un momento que pide a gritos secuencias de sexo mucho más explícitas que las que usan los artífices de 300. A diferencia de otros cineastas más atrevidos (incluso dentro del cine comercial), éstos no han superado la etapa del cine comercial de los ochenta, cuando estaba prohibido mostrar más allá del pecho en las mujeres o el culo en los hombres, mientras que no había límite en la sangre que salpicaba la pantalla.
'300' - Zack Snyder - 2006 [ficha técnica]
Buena crítica.
ResponderEliminarDe acuerdo en lo del tono político, que yo no ví, ni me planteé a los persas como islamistas malísimos, ni a los espartanos como los defensores del mundo libre. El cariz político si se busca lo hay, pero no ví la película con intención de rebuscar.
Estéticamente la película me pareció magnífica y estimuló mi imaginación, y de hecho es un producto eminéntemente estético.
La narrativa queda en segundo plano, llevada sobre todo por la voz en off.
No he leído a Frank Miller, pero me recordó mucho a un clásico del comic de Aventuras, El príncipe Valiente, de Hall Foster, donde las viñetas son auténticas obras de arte y toda la acción se narra sin bocadillos. El efecto de leer este comic es muy similar.
No estoy de acuerdo en que las imágenes no signifiquen absolutamente nada. Algunas son gratuitas, pero la película es una buena aproximación al mundo del comic, mejor que muchas otras que lo han intentado, al menos para mí.
La película tiene sus defectos narrativos y no es una obra de arte, pero solo puedo decir que a mí si me ha gustado.
Tal vez mis espectativas no eran muy altas.