
No obstante, The Host no invita a ser revisado como un film de terror o aventuras, sino como un relato político: fueron los americanos quienes virtieron litros de producto tóxico al río Han y de esta imprudencia surgió la bestia que ahora aterroriza al pueblo, sin embargo, el gobierno (y también el ejercito americano) inventa la amenaza de un virus que no existe como excusa para rociar el país con un gas aún más destructivo que el propio problema, para terminar pidiendo disculpas por errores humanos y daños colaterales. Es difícil resistirse a ver todo esto como una metáfora de la actual actitud imperialista de la administración Bush y de sus aliados, sin embargo, y ahí es donde veo otra de las carencias de The Host, si en el mundo real la política de Estados Unidos tal vez esté en el origen de amenazas mundiales como el terrorismo, e invente males inexistentes como las armas de destrucción masiva para debastar aún más los países que invade, y al final reconoce que tales amenazas fueron un error, entonces ¿dónde encontramos en The Host las metáforas del control del petróleo u otras motivaciones de los invasores? aquí no se dejan claras cuáles son esas motivaciones, resultando en muchos caso las acciones del gobierno y sus aliados americanos caricaturescas e inverosímiles. Aclaremos que un relato fantástico puede resultar verosímil a partir de las reglas que crea el propio relato, aquí lo verosimil es precisamente lo fantástico, mientras que lo político queda mal definido pero, reconozcámoslo, no lo humano: paralelamente a esta trama política, se desarrolla una admirable descripción del pueblo llano y la supervivencia de los más pobres, la cual culmina en la secuencia final, donde los protagonistas vuelven a la tienda familiar en medio de una noche de nieve. Éstos, siendo conscientes de que el peligro sigue ahí fuera, cenan tranquilamente en el calor del hogar, pero sólo después de haber apagado la tele, aburridos ya de las mentiras de los poderosos. Por lo tanto, ahí si que hay que destacar una manera muy plausible de narrar las cosas que tal vez no hubiera sido posible en los cines occidentales viciados por una mayor ambición comercial. Recuérdese si no, otra escena anterior en la que la familia completa come unida y sin mediar palabra: la joven Hyun-seo aparece milagrosamente en el encuadre cuando en realidad sigue atrapada por el monstruo, sin dejar claro en ningún momento si se trata de una ensoñación de la pequeña o el deseo de alguno de sus familiares ¿y qué importa?.
'Gwoemul' - Joon-ho Bong - 2006 [ficha técnica]